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El Chikungunya deja secuelas por tres años

“Para mi que me picaron dos mosquitos y no uno”, dice mientras da pequeños pasos agarrada del brazo de su hijo.

Domingo 14 Febrero 2016 | 09:45

La picadura de inicios de mayo del año pasado le deja secuelas hasta hoy. “No se lo deseo ni a mi peor enemigo”, reconoce Jacinta Cruzatty Mendoza, de 53 años, a quien la fiebre chikungunya ha perseguido por ya diez meses.

Mientras ingresa a terapia con la ayuda de su hijo, ya que no puede caminar sola aún, cuenta que en mayo pasó ocho días con fiebre y fuertes dolores. Pensó que, como le pasó a todos sus conocidos, todo acabaría en un par de semanas pero no fue así. Se aproxima a cumplir un año  con constantes inflamaciones que han afectado sus manos, brazos y piernas.
“A veces no tengo fuerzas para nada, no puedo subir ni escaleras, no puedo hacer nada en casa”, cuenta la mujer que aunque ha mejorado desde que inició rehabilitación en julio, no se escapa del todo de las garras del chikungunya.
El virus, que se masificó por primera vez en el 2015, afectó ese año en Manabí a 10.145 personas, según cifras del Ministerio de Salud Pública (MSP). Las características de esta enfermedad muestran que sus efectos se pueden prolongar hasta por tres años con episodios de dolores articulares recurrentes.
> Soportando. “Me ha tenido amor ese chikungunya”, bromea en medio del dolor Carmen Ipiales. Tiene 52 años, pensó que su malestar duraría como a casi todos sus conocidos unos 15 días, y ya lleva 10 meses soportando los dolores.
Mientras, sus manos lucen hinchadas con pequeños abultamientos en los dedos. Trata de moverlos y no le responden del todo.
Llega hasta el Centro de Rehabilitación Integral Especializado (CRIE) del MSP en Portoviejo para que el tratamiento de parafina ayude a quitar la hinchazón.
> Atención. Ana Antón, fisioterapista de este servicio, baña las manos de la paciente con la sustancia viscosa y espesa.
“Esto le ayuda a desinflamar”, confirma la especialista, quien cuenta que todas las semanas reciben pacientes que llevan hasta un año soportando los dolores del chikungunya.
Calcula que sólo en el área de parafina hay días que hasta la mitad de los pacientes que observan tienen dolores vinculados a secuelas de ese virus.
Juan Carlos Saltos, administrador (e) del CRIE, explica que afecciones a manos, tobillos, rodillas, pies, brazos y otras son las más comunes.
Señala que los tratamientos varían de acuerdo a cada caso, pero pueden pasar por múltiples áreas como la aplicación de parafina, compresas, ejercicios de movilidad, y otros además del tratamiento antinflamatorio.
El médico explica que muchos de los casos ya tenían antecedentes en el padecimiento de dolencias como artritis y otras, por lo que el chikungunya ha complicado sus cuadros. 
> Casos. Los casos se repiten en los  establecimientos de salud de la provincia. En el distrito de salud que cubre Santa Ana, 24 de Mayo y Olmedo, por ejemplo, tuvieron el año pasado 125 casos de chikungunya y al menos el 10 por ciento de ellos manifestó secuelas meses después.
Narcisa Mendoza, epidemióloga de esa dependencia, explica que sólo fueron dolores hasta por cuatro meses.
“Hicimos seguimiento y luego ya no tuvieron más molestias”, indica.
Melva Morales, del área de vigilancia de la coordinación zonal del MSP, explica que se calcula que entre el 10 y 15 por ciento de los casos es lo que ven prolongarse los dolores articulares por varios meses. Confirma que los estudios realizados a la fiebre chikungunya reportan que hasta por tres años pueden sentirse las secuelas.
La funcionaria explica que lo más común que se ha reportado son pacientes mujeres y en la edad de adulto mayor o cercanos, y frecuentemente con problemas previos en sus huesos, músculos o articulaciones como fiebre reumática, artritis, y otras dolencias.
En el hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), donde reciben casos de múltiples cantones, el área de rehabilitación física también da cuenta de la situación.
Amanda Diago, especialista en fisiatría de este servicio, explica que reciben de todo: jóvenes, adultos mayores, hombres, mujeres. “No hay diferencia”, señala la doctora, al explicar que incluso hay casos en los que tras la terapia se sienten aliviados, pero los dolores regresan después de diez o quince días y debe retomarse el tratamiento. Diago señala que se han presentado pacientes cuyas partes del cuerpo han tenido algún tipo de rigidez que llega a impedir que esa persona realice su vida con normalidad.
Agrega que la terapia que aplican depende de cada caso en particular y según sus requerimientos.
> Cansados. Pablo Intriago, un mantense de 45 años, está desesperado del mismo “calvario” todas las mañanas.
“Me debo quedar sentado en la cama, poniendo los pies de a poco en el piso, calentando. Si lo hago rápido es horrible, como pisar tachuelas”, explica el hombre, que tiene cinco meses soportando dolores.
A Karina Mendoza, de 55 años, la atacó en el hombro derecho. Cuenta que antes no tenía ninguna molestia pero ahora no puede mover con soltura el brazo y siente que ha perdido fuerza.
“A mi los dolores se me bajaron de las rodillas a los pies”, se queja Blanca Pincay de 76 años, quien lleva 11 meses con dolores, usualmente cada cuatro días.
Mariana Barreiro, de 69 años, en cambio rompió platillos y tazas por la inmovilidad que le dejó la fiebre chikungunya en su mano izquierda.
Lo recuerda claramente: los primeros síntomas le llegaron el 3 de junio del año pasado y desde entonces los dolores no han parado.
Cuenta indignada que en toda su familia de una decena de personas fue la única en enfermar.
No le tiene el menor cariño al virus y no lo oculta. Toma aire, muestra su mano adolorida y exclama: “¡Créame, esta es una enfermedad del diablo!”.
+info 
El nombre viene de una lengua africana
Según al Organizción Mundial de la Salud (OMS), la fiebre chikungunya es una enfermedad que corresponde a un virus que es transmitido al ser humano por mosquitos. 
El organismo internacional reseña que, según los registros, se la describió por primera vez durante un brote ocurrido en el sur de Tanzanía en 1952, en Africa. Su singular nombre “Chikungunya” es una voz del idioma Kimakonde que significa “doblarse”. Se explica que se lo da en referencia al aspecto encorvado de los pacientes.
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