UNA SOLA FLOR. A veces, menos es más. No es necesario, si no quieres, llenar toda la casa de corazones y flores, por eso la primera idea que te proponemos es colocar solamente una, protagonista absoluta. 

Puedes ponerla en un jarrón o incluso en una regadera. Recuerda, el romanticismo tiene muchas formas de expresarse.

EL DESAYUNO. Aunque San Valentín se presta a hacer una cena especial a la luz de las velas, puedes variar y probar celebrándolo con un buenísimo desayuno. 

Puedes decorar la mesa donde vayas a tomarlo con unas flores silvestres, por ejemplo; parecerá que acabas de llegar del campo de recogerlas y lograrás introducir la naturaleza en tu casa. O también, como antes, con una sola flor que adorne la bandeja si deseas sorprender a tu pareja llevándoselo a la cama.

LAS VELAS. No hay celebración de San Valentín que se precie sin una iluminación suave y acogedora. Esto lo puedes lograr gracias al uso de la velas. Conseguirás diseñar un ambiente muy romántico de una manera sencilla. 

Puedes colocar varias por la estancia, apoyando la luz de la mesa donde vayan a estar con algún otro punto de iluminación para que estén cómodos.

DECORAR CON DULCES. Otra idea consiste en decorar este romántico día con dulces. Si tu pareja es especialmente golosa seguro que le gusta muchísimo encontrarse con varios platos con gominolas, pasteles o bombones. Hay muchísimas formas de hacerlo, jugando con los colores y las formas. 

Los puedes colocar a modo de candy bar en la habitación donde vayas a comer o cenar o repartirlos estratégicamente por la casa para que se vaya encontrando estas dulces sorpresas.

LAS FLORES. Las rosas son las más románticas por definición, las rojas simbolizan el amor. 

Puedes colocar un gran ramo o preparar un arreglo diferente, colocado en un tarro de cristal transparente con piedras dentro, por ejemplo, o en un envase que tenga forma de corazón, o diseñar tu propio ramo con flores fabricadas con papel o fieltro. La mesa llena de pétalos dará la bienvenida a una jornada muy romántica.

MANUALIDADES. Si tienes tiempo y ganas, hay un montón de manualidades de San Valentín perfectas para personalizar la decoración de tu casa. Banderines decorativos con corazones, carteles con frases románticas… Seguro que el amor que sientes por tu pareja se convierte en tu máxima inspiración.

LOS COLORES DE SAN VALENTÍN. El 14 de febrero es un día que se imagina en tonos rojos, blancos, rosas, también, por qué no, con toques negros muy elegantes y que contrasten con el rojo.

Introdúcelos en las flores o velas que vayas a utilizar, en los textiles que emplees en la mesa o en las gominolas que vayan a endulzar esta jornada.