El militar fue rescatado con vida el pasado martes, casi una semana después de la avalancha que causó la muerte a sus nueve compañeros en el glaciar Siachen, situado a unos 5.400 metros de altura en el extremo septentrional del gigante asiático.

Tras el rescate, Hanamanthappa fue trasladado al Hospital de Referencia e Investigación del Ejército en la capital del país, donde cayó en coma ese mismo día.

Poco antes de anunciar el deceso, el Ejército ya había advertido en un comunicado de que su salud se estaba deteriorando con una disfunción de múltiples órganos y de que había entrado en un grado de coma "más profundo".

Desde el miércoles se celebraron vigilias y plegarias comunitarias en diversos puntos del país para pedir por la vida del militar, mientras se multiplicaban los mensajes de apoyo también en las redes sociales.

El primer ministro indio, Narendra Modi, lamentó el fallecimiento en su cuenta de Twitter y aseguró que la noticia deja a los indios "tristes y devastados".

"El soldado en tu interior permanece inmortal, orgulloso de que mártires como tú sirviesen a la India", manifestó.

Altos cargos del Ejército, Gobierno, ejecutivos regionales y de la oposición trasladaron en la red social sus condolencias por la muerte del militar, que se ha convertido en una suerte de héroe nacional.

Hasta el hallazgo de Hanamanthappa, el Ejército había dado prácticamente por pérdida la posibilidad de encontrar con vida a los militares destacados en el puesto Sonam, en la parte norte del glaciar, cercano a la Línea de Control (LoC, frontera de facto) entre la India y Pakistán.

Todos ellos quedaron sepultados bajo una avalancha de nieve cristalizada que arrolló el miércoles de la semana pasada este lugar de la Cachemira india. EFE