La mujer pasó de tener una figura redondita a tener músculos duros y abdominales marcados, algo que no le gustó a su marido, que junto al hijo de ambos acabaron marchándose.

Según contó a el diario británico The Sun, la familia de Angela no fue capaz de adaptarse a su nuevo estilo de vida, a su alimentación estricta y a su dedicación plena al ejercicio

Incluso, tras nueve años de matrimonio, la joven les dio un ultimátum: "les dije que ellos debían prepararse sus propias comidas y dejé de cocinarles". 

Luego de ello, la mujer fue abandonada por su esposo e hijo, dedicándose al al culturismo y al 'body transformation' del que tiene una página web.

Sin embargo, aunque ella optó por una vida saludable, en la que siempre lleva programada "una alarma que me marca las comidas", en su web de Facebook apostó porque cada uno se sienta bien como es: "Es bueno no ser perfecto, es bueno no tener abdominales, es bueno tener estrías o celulitis, es bueno no tener las pestañas postizas... ¡Es bueno ser tú misma, simplemente, de la manera que eres, sin dejar que los demás determinen como tienes que ser!".