Correa habló, en primer lugar, de flexibilizar el empleo para permitir que, en condiciones extremas y con un acuerdo previo entre empleadores y empleados, se pueda reducir la jornada laboral y pagar un salario en relación con las horas trabajadas. 

Por ejemplo, que se labore seis horas diarias y no las ocho actuales, o laborar 40 horas en cuatro días. 

“Para evitar un mal mayor, que es perder un puesto de trabajo, se plantea que se pueda trabajar por seis horas y que la empresa pueda pagar por seis horas. 

Pero nadie me declara utilidades hasta que cada trabajador, así no haya trabajado las ocho horas, haya cobrado las ocho horas”, dijo el mandatario en la sabatina efectuada en el cantón Daule. 

El segundo punto de la reforma apunta a incentivar la contratación juvenil. 

El tercer punto será introducir nuevas formas de contratación.

Otra medida es que el etiquetado de mercancía importada se haga en el país antes de su nacionalización. 

OBJETO. Con ello, espera generar 3 mil nuevos empleos. 

Por último, se creará el seguro de desempleo, con el que se busca cambiar la cesantía, que ya tiene la seguridad social y “hacer un verdadero plan de pagos mientras la persona está desempleada”, dijo Correa, sin dar detalles.