Llega a su propiedad a supervisar sus cultivos de maíz y sus pocas vaquitas.

La finca de “Belleza”,  como lo conocen sus allegados, era famosa en toda la comarca por producir el mejor café de Paján, incluso ganó varios premios a nivel nacional por la calidad de este producto. De aquello solo quedan los buenos recuerdos.

Cambio. Hace 15 días este agricultor sembró maíz en las cinco hectáreas. 

Julito dice que lo hace porque se gasta menos y los resultados son más rápidos, además el café sufre por las plagas y su precio cada vez baja más.

Ahora en el maíz invirtió unos 300 dólares en semillas e insumos y está contento porque con las primeras lluvias caídas el fin de semana ya presentan buen color y buen tamaño.

“Sembré entre hileras de 60 centímetros y de mata a mata 40 centímetros, contraté unas 50 personas para el desbroce y otras 50 para la sembrada”, dice. “No llevo la cuenta de todo lo gastado, pero estoy seguro de que Dios proveerá”, agrega con devoción.  

Este maíz producirá en tres meses choclo, que se lo puede coger para comer y preparar en tortas, sopas, humitas o ensaladas y también en siete meses será maíz duro para la venta.

Producción. Pincay espera cosechar entre 80 y 100 quintales por hectárea, es decir, unos 500 quintales en esta cosecha.

Él siembra una vez al año cuando aprovecha el invierno, ya que en verano la falta de agua le impide cultivar.

Por lo general este agricultor, que es muy querido en Paján, se asesora con un sobrino que es ingeniero forestal y conoce el manejo de estos cultivos.

Su sobrino Joselo Cevallos admira la fuerza y empuje que tiene su tío Julito, y destaca que a pesar de los años no deja de trabajar y velar por su familia.

Pincay por lo general utiliza parte de la cosecha para consumo en el hogar y alimentar a sus chanchos y pollos. Es también gallero, proclamador de reinas y le encanta bailar con su esposa de toda la vida “Mechita”, Mercedes Marcillo.