Los familiares y autoridades de la nacionalidad Tsáchila rindieron un homenaje en su nombre.

Las actividades en conmemoración del natalicio iniciaron con una caravana que salió desde la comuna Chigüilpe, lugar donde nació el más celebre de los tsáchilas.

Los vehículos llegaron hasta el cementerio del recinto San Miguel de los Colorados donde reposan sus restos.

 

Abraham Calazacón nació el 4 de febrero de 1909 y murió el 8 de julio de 1981, a los 72 años de edad posiblemente de un infarto.

Su hija Berta dijo que como un buen líder de las siete comunas tsáchilas “su padre era un hombre bueno, sabio e inteligente”.

Ella asegura que no ha podido olvidar el consejo que le dio su padre de ser humildes, de ayudar a quien lo necesite y de enseñar el tsáfiqui a los más pequeños.

Abraham asumió el mandato durante más de 35 años sobre las ocho comunidades que en ese entonces constituían la nacionalidad. 

Estuvo casado con Celinda Aguavil y procreó nueve hijos: Florinda, Alejandro, Nicanor, Martha, Graciela, Berta, Mateo y Paulina Calazacón Aguavil.

 

Cuando el miyá falleció sus últimas palabras resumían su sueño: que los niños tsáchilas hablen primero el tsáfiqui antes que el castellano.

Su hija Graciela Calazacón dice que poco a poco esto se hace realidad. “Por nuestros medios hemos difundido el recordatorio de Abraham. Él tenía el don de sanar, de saber de plantas medicinales, fue un hombre grande”.