A Ignacio Intriago le dijeron lo mismo. Él vive desde hace más de 50 años en la calle 15 de Abril, también en Portoviejo, un lugar que con cada lluvia se inunda. “Cuando se construyó el nuevo alcantarillado en este sector, nos aseguraron que ya no íbamos a tener este problema, sin embargo esto no sucedió, las aguas lluvias siguen inundando la calle, aunque hay que reconocer que ahora evacúan más rápido”, comenta por su parte.

> Denuncias. Según explica el jefe técnico de la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Portoviejo (Epmapap), Frank Mendoza, este tipo de situaciones se presentan de manera generalizada en la ciudad, sobre todo durante la etapa invernal.  “Por este tiempo, en unos diez sectores se nos disparan las denuncias por problemas de reboses de aguas residuales; en algunos casos por la vetustez del sistema y en otros casos por las conexiones clandestinas de aguas lluvias a la red de aguas servidas”, explica Mendoza.

El funcionario indica que el actual sistema de alcantarillado presenta un 50% del sistema viejo y un 50% del nuevo sistema. Además, señala que la cobertura del sistema pluvial cubre un 65,83%, mientras que el sanitario cubre el 81, 02%. Para ampliar y mejorar la cobertura de estos sistemas de saneamiento en la ciudad, la Epmapap ha contemplado la ejecución de varios proyectos que se ejecutarán este año y el próximo, según informa Mendoza.

> Manta. En Manta, la capacidad de transporte de la tubería del alcantarillado sanitario, la salinidad y los componentes agresivos de las aguas residuales han afectado el funcionamiento del alcantarillado sanitario, según explica Jorge Delgado, jefe técnico de la Empresa Pública de Aguas Manta (EPAM).

Actualmente se están elaborando los estudios para la construcción de un nuevo alcantarillado sanitario, el cual estará listo en abril, indicó el funcionario. 

Manta requiere de unos 25 millones de dólares para complementar el alcantarillado pluvial, dice el funcionario. 

> Manabí. La realidad de los  sistemas de alcantarillado tiene diferencias en otros cantones. En Santa Ana, por ejemplo, en donde este sistema tiene 30 años aproximadamente, las lluvias no generan mayores afectaciones, según Fernando Cedeño, alcalde de este cantón.

El funcionario no especifica en qué porcentaje se ha ampliado la cobertura en este catón, pero indica que en sus dos administraciones varios sectores han sido beneficiados con este servicio.

En Paján, la situación es otra. En esta jurisdicción el sistema de alcantarillado sanitario fue construido en el 2012. A la fecha este sistema no presenta “mayores problemas”, según Roberto Mora, gerente subrogante de la Empresa de Agua Potable, Alcantarillado y Residuos Sólidos de Paján (EPMAPARS), aunque reconoció que en épocas de lluvias se dan ciertos inconvenientes por las conexiones de aguas lluvias a la red de aguas servidas. El funcionario agrega que hay un estudio para la ampliación de este sistema con un presupuesto estimativo de 150 mil dólares que está entregado al municipio para que se ejecute en este año. 

En Jipijapa, el sistema de alcantarillado sanitario ya “cumplió” su tiempo de vida útil, según informa Ferny Pincay, gerente encargado de la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (EPMAPAS - J). El funcionario calcula que el 70% del alcantarillado está en malas condiciones, y como en otras ciudades, se registran reboses de aguas servidas e inundaciones, sobre todo en calles céntricas, dice Pincay. 

El funcionario indica que el municipio ya contrató el estudio para el alcantarillado tanto sanitario como pluvial, de donde saldría el valor económico de cuánto se requiere para la contratación del nuevo sistema.

En el cantón Pichincha, el alcantarillado no existe, y los habitantes siguen utilizando las pozas sépticas.  No obstante, según el alcalde Nilo Álava, durante la administración de Domingo López empezó a la construcción del alcantarillado pero el mismo no se culminó y por eso todavía no presta servicio.

En Olmedo, la zona urbana sí cuenta con alcantarillado sanitario,  la disposición final de estas aguas residuales llegan a la piscina de oxidación. Existen 786 cajetines de los cuales 240 casas se encuentran conectadas a la red de alcantarillado sanitario, informan autoridades municipales. 

En el tema pluvial se construyó este sistema en el año 2014 y su funcionamiento es normal, actualmente se hacen las instalaciones de la red de agua potable, las mismas que en poco tiempo más culminarán, por lo que se espera en este año iniciar la regeneración urbana en lo que es construcción de calles, aceras y bordillos.

> Mal uso. Según el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Manabí, Santiago Vera, los problemas que presentan ciertos sistemas de alcantarillado en la provincia son consecuencia del “mal uso” que un segmento de la población le da a esta infraestructura. “En todas las ciudades debe de haber un control para que los drenajes de las aguas lluvias sean conectadas al sistema de alcantarillado pluvial, y no al sanitario como mucha gente lo hace”, dice Vera. 

Este profesional explica que la eficiencia de estos sistemas no sólo depende de la cobertura que exista, sino también del mantenimiento que se les dé a las redes, tanto de aguas servidas como de aguas lluvias.

 Falta de recursos. En Portoviejo existe una ordenanza que sanciona a quienes conecten el agua lluvia a las aguas servidas, sin embargo, según Frank Mendoza, técnico de la Epmapap, ésta no se hace cumplir.

La falta de recursos ha sido históricamente uno de los principales impedimentos para que los municipios de la provincia sigan incrementando la cobertura de estos servicios considerados como “básicos” para que los ciudadanos puedan mejorar su calidad de vida, y alcanzar un nivel de desarrollo, según explica Lenin Mendoza, catedrático de la Universidad Técnica de Manabí. “Este tipo de obras generalmente son muy costosos si se considera el presupuesto de ciertos municipios de la provincia, dice.