“Con cada lluvia la tierra cedía”, dijo Fanny Loor, vecina.

El peligro que corrían quienes transitaban por el sitio era cada vez mayor.

Este jueves la vía permaneció cerrada al paso de vehículos.

Un montículo de tierra impide que los carros pasen para evitar el riesgo de que caigan al hueco de unos 80 metros de ancho y 20 de alto que se formó el pasado domingo en horas de la mañana. 

“Una casa está afectada, el hueco se hizo más grande con las lluvias del fin de semana”, dijo Rafael Pasquel, quien vive en el sector desde hace 25 años.

El alcalde Víctor Manuel Quirola llegó hasta la calle L el domingo pasado. 

El burgomaestre anunció que maquinaria pesada intervendrá el sector para cambiar una alcantarilla antigua por una nueva y terminar con los contratiempos.

El Alcalde anunció que esta es una obra emergente.

Los tareas incluirán la destrucción de una cancha que está asentada sobre la alcantarilla. 

Más información mañana en la edición impresa de este viernes, 29 de enero del 2016.