Para ello, se requiere la cooperación de los representantes de varias entidades provinciales y cantonales, así como los comerciantes que laboran en los centros de expendio. Los vendedores deben estar conscientes de los problemas de saneamiento e higiene en los alimentos, falta de seguridad para los usuarios, dificultad para la circulación de los vehículos y la insuficiencia de la estructura y espacio físico para que ellos desarrollen sus actividades de manera normal. Brucker García, jefe del área de salud 1, dijo que tanto en los mercados, mercadillos, y camales municipales y clandestinos los vendedores incumplen con los reglamentos y ordenanzas municipales, Código de la Salud, y normas higiénico-sanitarias internacionales. “En el caso del camal municipal hay carencias de estructura física y equipamiento que permita una mejor calidad en el faenamiento del ganado vacuno y porcino, por lo cual se pone en alto riesgo la salud de la ciudadanía; todo esto ha conllevado a la proliferación de mataderos clandestinos en la ciudad”, sostuvo. Se ha incluido en la propuesta que los comerciantes de los mercadillos de las calles Chile y Ramos Iduarte sean reubicados en los mercados 1 y 2 o en otros lugares; esto le corresponde al Municipio, afirmó. Objetivos del proyecto El objetivo del programa es procurar que Portoviejo disponga de mercados donde se puedan adquirir alimentos de forma segura y que su comercialización cumpla con las normas higiénicas sanitarias que exige el Código de Salud; que el área urbana recupere su prestigio de ciudad ordenada y limpia, eliminando los mercadillos agregó. La propuesta será presentada en los próximos días a la alcaldesa Patricia Briones.