Cuando llegaron utilizaron durante ocho meses los bloques que hace una década construyó el Municipio para que funcionen las oficinas de la empresa de aseo. Ese fue un proyecto del Cabildo que no se concretó. Los Jijón abandonaron esos bloques y viven ahora a unos metros del botadero en una casa de caña guadua. Como ellos hay más de 10 familias que también son chamberos y subsisten de lo que recogen en el lugar, principalmente botellas y plástico. Luz Magali Jijón dijo que trabajando entre todos, la familia recauda 30 dólares por semana. A eso hay que sumarle los 30 restantes que cada mes recibe ella por el Bono de Desarrollo Humano. “Con lo que se gana no alcanza para que los niños vayan a estudiar” sostuvo ella que es madre soltera. Alfonso, de 6 años, el hijo de Magali, es uno de los perjudicados. Su mundo transcurre entre los desechos, las vacas y los cerdos que husmean la basura. Los Jijón vinieron huyendo de la pobreza en Chone y aún no encuentran la salida. Sólo cambiaron de basurero. Trabajan desde las 07h00 hasta las 11h00. Un aporte La escuela Fe y Alegría, en Las Cumbres, lleva una década entregando becas a los hijos de los chamberos. El Instituto Nacional del Niño y la Familia (Innfa) y 11 padrinos que viven en España trabajan en este proceso que busca detener la deserción escolar. Los padrinos se encargan de pagar la matrícula, pensión y el uniforme a 30 alumnos. Hay una propuesta para que la beca también se extienda a la secundaria. LOS CHAMBEROS Más de 70 personas trabajan como chamberos en el botadero municipal que se encuentra a un costado de la vía que conduce hacia El Rodeo. . LA CAMPAÑA La Dirección de Salud anunció una campaña para controlar la presencia de animales en el botadero municipal, lo que no está cumpliéndose. OTRA FAMILIA Además de los Jijón la familia Valencia vino desde Chone. Sus integrantes también trabajan como chamberos en el botadero municipal.