El folclore montuvio es puesto en escena por los 13 integrantes de esta agrupación, quienes son de la parroquia Picoazá de Portoviejo.

Rodrigo Vera es el director de Amorfino. Él cuenta que la tradición oral es parte del saber colectivo de esta localidad manabita. “Heredamos las riquezas populares de nuestros ancestros”, dice.

Vera es guitarrista y a la vez vocalista de la agrupación que se creó hace un año. Recuerda que en el mundo de la música empezó cuando tenía 17 años. “Inicié tocando en una banda de reggae que se llamó 64 Joints, pero en el camino el peculiar ritmo montuvio me atrapó”, indica Vera, de 26 años.

Explica que desde los 22 años empezó su trabajo en la música montuvia.

Vera señala que se inspira en las historias que cuentan su abuela. “Me siento a conversar con ella. Tararea algunas melodías, las grabo y luego hago los arreglos con el resto del grupo”, expresa.

Agrupación. Seis de los integrantes de Amorfino conforman el grupo de músicos, mientras que los otros siete son parte del grupo de baile.

‘Una flor’, ‘Acuérdate prenda mía’, ‘Caracoles a bailar’, son algunos de los temas de tradición montuvia que entonan en sus presentaciones. 

Los integrantes aseguran  que como parte de sus proyectos ensamblarán tres canciones más de raíces manabitas.

Añaden que prevén hacer otros arreglos musicales para grabar un disco y que esa tradición oral originaria de la Costa perdure y no desaparezca en el tiempo.

Objetivo. Los fundadores de la agrupación fueron tres personas. 

Yandri Medina es una de ellas. El guitarrista del grupo afirma que uno de los objetivos es transmitir los valores ancestrales a los jóvenes y conozcan de la historia de los ancestros.

Medina recuerda que pasaron varios años para que el proyecto se lleve a cabo. “Nos dimos cuenta de que no era imposible transformar la historia que cuentan nuestros antepasados al género de música y danza. Grupos folclóricos como Mentaos de la Manigua ya lo hacían y desde ese momento decidimos empezar en esta aventura del folclore”, precisa.

Él cuenta que desde los 15 años la guitarra fue su amiga fiel. “Este es uno de los instrumentos que distingue al verdadero montuvio”, dice Medina.

Agrega que han recorrido cantones como Manta, Santa Ana, Bolívar, entre otras.

“Hacemos esto porque los jóvenes deben conocer su pasado y evitar que se diluya en el tiempo”, asegura el guitarrista.