Posteriormente, ante el reclamo justo de quienes se han sentido amenazados en sus intereses y modo de vida rural, la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) ha cedido permitiendo que los campesinos puedan salir en los baldes o carrocerías hasta las carreteras con mayor circulación vehicular.
Si bien esto es mucho mejor que la situación inicial, los campesinos encuentran
problema cuando se transportan junto a los productos que llevan a comercializar a los
centros de acopio, pues al llegar a la vía pavimentada deben quedarse, so pena de que
multen al conductor de la camioneta. Pero tienen que hacerlo con su carga.
Aquella prohibición, si bien tiene saludables objetivos a la integridad física de los pasajeros, debería ser flexibilizada hasta el límite que supere la gran parte de las dificultades, que deberá perdurar mientras exista la pobreza de las vías rurales.