La colocación de una nueva bomba de impulsión para las aguas servidas fue la solución a los reboses de aguas negras en la ciudadela Mangle 2000, de Leonidas Plaza.
Rosa Montes, moradora de Leonidas Plaza, dijo haber sentido en “carne propia” los olores nauseabundos emanados por los reboses. “Fue necesaria una paralización de esta magnitud para que las autoridades nos prestaran atención”, dijo.
Eduardo Rodríguez, encargado de remediar el problema, manifestó que se han atendido los sectores más afectados por los reboses producidos por productos orgánicos y biodegradables.