Luis Navarrete, inspector de los mercados, presume que el robo se suscitó durante el fin de semana, ya que hasta el viernes, cuando estuvo en el lugar, las llaves de todos los módulos se encontraban colocadas.
“En la mañana (lunes) vine y la puerta estaba abierta, y al revisar me percaté de que faltaban nueve llaves de agua”, dijo el trabajador preocupado.
Asegura que en la noche suelen llegar personas a ingerir licor y hasta sustancias prohibidas, por lo que pide a las autoridades policiales que haya más vigilancia por el lugar y así evitar otro robo.