Pese a ello, la factura mensual por el servicio anunciaba una deuda de 16 dólares.

“No es que la gente se queja por quejarse, no estamos en contra de que nos cobren siempre y cuando haya agua”, afirma el hombre.

Pablo Pinargote es su vecino. Vive 16 años en el barrio Central en la cooperativa Santa Martha y sufre la misma situación.

El hombre ha optado por construir un pozo en el patio de su vivienda y así abastecerse.

“El agua siempre ha sido muy irregular, viene cada quince días si tenemos suerte, hasta hace poco pagábamos solo 7 y ahora 16 dólares”, señala.

Pinargote asegura que en el sector cuentan con medidores y que todos los meses los trabajadores de la Epmapa toman las lecturas.

En el barrio un total de 174 familias (cerca de 1.000 personas) tienen el mismo problema.

Unos optan por comprar tanqueros, otros tienen pozos, pero todos pagan por la factura emitida por la empresa de agua, aseguran.

Pedro Mero, presidente de la Unión de Barrios, califica como una injusticia el cobro del servicio que no llega a las viviendas.

“Ese es un grave problema, pues todos pagáramos con gusto si tuviéramos el líquido”, manifestó.

De su parte, Freddy Sánchez, gerente de la Epmapa, explicó que el problema del barrio Central ha sido atendido por la empresa en constantes visitas.

“Esta novedad se presenta solo en casas puntuales es decir en algunas zonas del barrio y puede deberse a ingresos tapados”, aseveró. Desde el 10 de septiembre la Epmapa empezó a tomar la lectura de los medidores de agua, antes de ello el consumo era cobrado en base a una estimación.

Sin embargo, de los 75 mil usuarios de la entidad sólo 27 mil cuentan con el artefacto, según informó el funcionario.