Esta obsesión provoca que los afectados tengan una visión distorsionada de su físico, según informa el sitio web efesalud.

Daniela Suntaxi, terapeuta física, señala que la vigorexia, también conocida como dismorfia muscular, es un trastorno que se caracteriza por la preocupación obsesiva de la apariencia tanto física como del esquema corporal, provocando una distorsión del cuerpo.

“Este desorden es más frecuente en el hombre que en la mujer, las personas que padecen se ven delgadas y débiles. De ahí parten a que realice todo tipo de acciones para poder conseguir la musculatura deseada”, menciona.

La vigorexia puede estar ocasionada por problemas fisiológicos o emocionales, casi siempre relacionados con el entorno del afectado. 

Los problemas fisiológicos están asociados a trastornos en las hormonas y los mediadores de la trasmisión nerviosa del sistema nervioso central.

En el caso de que este trastorno aparezca vinculado a la relación del paciente con su entorno, se encuentran implicados factores sociales, culturales y educativos, que influyen para que el individuo desarrolle un tipo de personalidad obsesiva.

 

>A DETECTARLA. La terapeuta indica que es importante detectar a tiempo la vigorexia. Por ello es recomendable tener en cuenta ciertas manifestaciones, como mirarse constantemente en el espejo y no estar conforme con la  imagen, invertir tiempo en hacer ejercicios sobrecargados, pesarse varias veces al día, seguir dietas bajas en grasas y ricas en carbohidratos y proteínas y hasta tornarse más propensos a consumir hormonas y anabolizantes.