Sin duda alguna, la ciudad de Guayaquil en los últimos años ha mejorado la imagen urbanística más aceleradamente al de otras ciudades del país, lo que la ha convertido inclusive en un referente turístico local como internacional, debido en gran parte a la rectificación de errores cometidos en administraciones pasadas y bajo a la supuesta buena administración de la cual tanto se refiere el alcalde de dicha ciudad. Pero, a pesar de este progreso, Guayaquil sigue padeciendo de innumerables problemas que han sido identificados por el propio municipio, así como también por el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo, mediante un estudio de los análisis comparativos entre los indicadores de las necesidades básicas insatisfechas y la capacidad económica de la población. Aquello demostró que en el área de Salubridad existe un 51.46 por ciento de déficit de eliminación de aguas servidas, lo que tiene consecuencias indiscutibles en la salud de la población, complementado con el dato de que el déficit de médicos es del 34,15 por ciento y el de camas hospitalarias es del 41,43 por ciento. En cuanto a la capacidad económica de la población se señala que el 1,56 por ciento de la población pertenece solamente a la clase económicamente alta, el 5.,32 por ciento a la clase media alta, el 23,4 por ciento a la clase media, el 26,44 por ciento a la clase media baja y el 43,28 por ciento a la clase baja, lo que nos revela claramente que, sumando los dos últimos indicadores, se concluye que el 70 por ciento de la población de Guayaquil no alcanza a cubrir sus necesidad básicas.