Aunque es natural que con el paso del tiempo la piel vaya perdiendo algunas de sus características: suavidad, tersura, elasticidad, las mismas pueden perderse en una persona joven por razones ajenas a la edad. La higiene de la piel es un tema fundamental: lavarse proporciona una agradable sensación física pero además, según opiniones autorizadas, es una buena prevención contra las infecciones de la piel. Para limpiar el cuerpo nada mejor que la ducha, y sus beneficios vienen dados por su movilidad, que produce una estimulación tonificante para la piel y el sistema sanguíneo. Desde los primeros años Pero el baño va muy unido a las sustancias que ayudan para la limpieza, y por ello es necesario hablar del uso de ellas desde la más tierna edad. El recién nacido está más predispuesto a presentar lesiones ampollosas traumáticas, ya que la unión dermoepidérmica es más lábil y tiene menos uniones intercelulares epidérmicas. En el momento del nacimiento el pH es neutro, acidificándose posteriormente. Es por ello que la utilización de jabones alcalinos aumenta transitoriamente el pH cutáneo y favorece la irritación y las infecciones. En el recién nacido a término se deben usar jabones neutros o discretamente ácidos y no perfumados, y aplicarlos en pequeñas cantidades con la mano o con una esponja suave. Inclusive, el baño con agua templada en niños pequeños suele ser más reconfortante que la ducha. En el recién nacido antes del término es bueno evitar los agentes de limpieza y limpiar la piel sólo con agua tibia. En embarazadas, el aumento de la secreción de las glándulas sudoríparas y sebáceas en la gestación hacen aconsejables los baños o duchas hasta el mismo día del parto. Con agua templada y jabón, frotando el cuerpo para estimular la circulación. LO MÁS RECOMENDABLE “Para los bebés hay baños líquidos que se aplican desde la cabeza a los pies, inclusive hay algunos especialmente indicados para utilizarlos antes de dormir y con efecto reconfortante”, explica Daysi Molina, de Mi Comisariato. Y para la higiene íntima en la mujer hay productos especiales como el Lactacyd, que cuida el pH. Para los niños se recomiendan jabones de glicerina neutros o jabones de avena que tienen la característica de mantener una adecuada hidratación cutánea. El champú debe ser hipoalergénico o en su defecto usar el mismo jabón. La dermatóloga Geovanna Gutiérrez ratifica que no es conveniente el uso del jabón en los recién nacidos y que a partir de los 6 meses ya pueden usar sustitutos que no resultan agresivos para la piel. “Los jabones que nos venden, en general agreden la piel”, explica la profesional. Daysi Molina MI COMISARIATO “Las que más compran jabones son mujeres y los más buscados son los que tienen efecto antibacterial”. Geovanna Gutiérrez DERMATÓLOGA “Es bueno usar sustitutos del jabón, es un grupo de productos limpiadores de la piel que no agreden la misma”.