La declaración de Espinosa se produce una semana antes de la prevista visita a Quito del canciller de Colombia, Fernando Araújo, que debe viajar a Ecuador el próximo 28 de abril para normalizar las relaciones entre los dos países. "Estoy segura de que el gobierno colombiano tendrá la sensibilidad y la responsabilidad para aceptar los daños causados por las aspersiones aéreas en la frontera", dijo hoy la ministra en declaraciones a la prensa local en la ciudad costera de Guayaquil. Espinosa recordó el informe preliminar del relator especial de la ONU para el Derecho a la Salud, Paul Hunt, que la semana pasada visitó Ecuador y pidió que no se reanuden las fumigaciones aéreas fronterizas con el herbicida glifosato, en aplicación del principio de precaución. Hunt señaló en Quito que había encontrado evidencias fiables de que las fumigaciones causaban daños físicos y mentales a las poblaciones fronterizas de Ecuador, por lo que recordó al presidente colombiano, Álvaro Uribe, su anuncio de que pagarían compensaciones si se comprobaban los daños. De todos modos, Espinosa dijo que Quito mantiene su derecho a demandar a Bogotá ante el Tribunal de La Haya por el conflicto de las fumigaciones aéreas con glifosato, que Ecuador considera que el viento arrastra a su territorio y causan graves daños a personas, animales y plantas, mientras Colombia dice que son "inocuas".