En total ocho de estas casas de salud privadas fueron inspeccionadas en Portoviejo, de las cuales dos cumplieron exitosamente con lo requerido, cuatro están en proceso de hacerlo y en dos casos sus dueños decidieron cerrar los servicios como clínica.

CONTROLES. El funcionario manifestó que estos procesos se realizan en el marco de los controles provinciales que se han realizado para asegurar que las clínicas prestan la atención en condiciones seguras.

Guerrero mencionó que en algunos casos se encontraron fallas como que en el piso de los quirófanos existan cerámicas que en sus uniones permitan la proliferación de elementos contaminantes.

En otros casos se vio que el trabajo que deben realizar enfermeros lo hacen auxiliares.

También se encontraron que faltan adecuaciones en espacios y mejoras para la atención a los usuarios.

En otros cantones de la provincia se han clausurado definitivamente dos clínicas en Jipijapa e igual número en Pedernales. En Rocafuerte una tiene clausura temporal, pero aún se sigue el proceso sobre el tema, informó Guerrero.

MEJORAS. En clínicas como la Santa Teresita se informó que han iniciado varios procesos para mejorar el servicio y operatividad de áreas como quirófano, área para partos, recuperación y otros.

Personal de esta casa de salud dijo que las adecuaciones se han realizado casi en su totalidad y que esperan este mes tener operativas las áreas remodeladas para que sean inspeccionadas por los técnicos del Ministerio de Salud Pública.

Guerrero señaló que en la institución dan asesoría y acompañamiento para que todas las mejoras se hagan en el marco de las normas técnicas.