Explicó que cuando vengan a la inspección los choferes de estas unidades en su mayoría no saben que sus equipos de vigilancia llevan mucho tiempo sin funcionar.

Descuido. “A veces falta un poco de preocupación para verificar que todo esté funcionando”, comentó Loor, al recordar que el equipo central tiene unas luces que indican que todo está operativo y que deben ser constantemente revisadas por los conductores.

Él considera que es mínimo el número de conductores que se ha acercado a hacer el chequeo de rutina a sus unidades.

Loor añadió que estos sistemas de videovigilancia tienen garantía por dos años, por lo que los transportistas pueden acercarse hasta noviembre de este año a hacer sus reparaciones y gastarán máximo 28 dólares, sea cual sea el daño.

Vencida la garantía se paga por lo que cueste el arreglo y el cambio de las piezas.

El taller de Loor, Lubricantes LM-JR, se ubica en las calles Miguel H. Alcívar y avenida del Ejército, frente a la Junta de Calificación.

Experiencia. Adrián García es uno de los técnicos especializados para manipular y reparar este tipo de cámaras.

Explicó que el cableado de estos sistemas es complejo por los botones y cámaras que se distribuyen en todo el vehículo.

Dijo que instalar los dispositivos tiene su “arte”, ya que cada automotor tiene una forma diferente a la hora de montar o desmontar sus partes y hay que hacerlo con criterio para evitar que afecte el sentido estético del vehículo. También resaltó que tienen medidas de seguridad que evitan que pueda desconectarse la transmisión de datos en caso de un hecho delictivo.

Pendiente. Augusto Párraga, taxista, contó que no está seguro de que su equipo de cámaras funcione adecuadamente. Aseguró que está por realizar la inspección. 

“Uno pasa todo el día trabajando y llevarlo al taller es un día en el que se pierde de hacer dinero, pero sí es necesario por seguridad revisarlo”, comentó.