La serie “Mar de Plástico”, que emite la cadena Antena 3 de España, ha logrado una audiencia de 4’018.000 espectadores, de acuerdo con el ranking que ha publicado el semanario Supertele del 3 al 9 de octubre.

Hay, cercanos a Almería, unos invernaderos que se extienden a lo largo de kilómetros donde trabajan miles de inmigrantes recogiendo fruta y verdura. 

La última producción de Boomerang TV para Antena 3, “Mar de Plástico”, se inscribe en el registro de algunos de los últimos thrillers españoles rodados en suelo andaluz, El Niño o La Isla Mínima que son versiones españolas de series como “True Detective” o “Broadchurch”. Al igual que la serie americana, “Mar de Plástico” arranca con el brutal asesinato de una joven en un pequeño pueblo. 

En la serie abunda el vocabulario soez, sexo explícito, crimen ensangrentado, excesiva violencia, racismo y maltrato de los inmigrantes negros.

Hay que reconocerle un deseo de presentar a los agentes de la ley como personas incorruptibles y honradas, que buscan la verdad por encima de todo; así como una intención de denunciar los males del racismo y los prejuicios contra inmigrantes. 

La serie tiene todos los elementos para haber tenido éxito: un tema de actualidad como es la inmigración; un escenario inmejorable y unos buenos actores. Y sin embargo, la serie no llega al aprobado: el guión es previsible en exceso; los personajes están maltratados como la mujer del terrateniente o los gitanos de Campoamargo; el personaje de Héctor, interpretado por Rodolfo Sancho (en la imagen), aguanta al principio pero a la quinta vez que la cámara lo captura quitándose las gafas de sol, todo se vuelve predecible; pero sobre todo, hay en “Mar de Plástico” una especie de ansiedad por mostrar demasiado en el primer capítulo: ya sabemos que el propietario de los invernaderos es un corrupto; el por qué está Héctor en Campoamargo; quién ha podido matar a Ainhoa, etc. 

Tampoco funciona demasiado bien la realización en su abuso de la cámara lenta; o en las escenas de acción donde la mayoría de los golpes se dan al aire, mientras los actores ruedan por el suelo. En fin una serie con muchas posibilidades pero donde las prisas no la dejan llegar a más.