Buscan producir jugadas al toque y toque, el error del rival es secundario. No lo esperan. Si se da, bienvenido sea. Esta tendencia Quinteros la pule en la ‘Tri’, Martino la aplicó en la Albiceleste durante la Copa América 2015.
Ambos tienen un fantástico espíritu competitivo. Mascherano y Noboa son sus guerreros.
Para la Tricolor, no ir de favoritos es su motivación para mostrar casta y carácter en Buenos Aires. Se rebelan ante la adversidad. Se destacan en el juego aéreo, en ataque y en defensa. Apelan al juego directo. Saltean líneas y buscan a sus puntas con lanzamientos frontales desde el fondo. Ponen mucha gente en campo rival, ganan los rebotes y así crean sus chances: es su otro recurso cuando hay trabas en el medio sector.
La presión alta estará a la orden del día en el Monumental de Núñez.
En el otro bando, los gauchos ya vienen jugando partidos similares con el mismo patrón: dominio con o sin balón, poca contundencia, bajan la intensidad, su adversario reacciona y sufren hasta el final.
Para este compromiso no está Messi, tampoco Enner. Tevez sí, Miller también. El duelo Argentina-Ecuador parece opacado sin sus estrellas, pero se enciende con la presencia de otros talentos.
Ganar en el arranque es fundamental. Para los argentinos es una necesidad, para los ecuatorianos no cuenta en el presupuesto (ni el empate), pero si se logra, el camino a Rusia 2018 comienza a tener tranquilidad y optimismo. ¡Fuerza, país!