Actualizado hace: 937 días 3 horas 53 minutos
Guido Álava Párraga
La esclavitud del pecado

Son muchas las formas de esclavitud por las que ha venido atravesando y atraviesa la existencia del hombre, de muchas de ellas se ha venido liberando: esclavitud de imperios, racismo, ignorancia y azotes epidémicos, entre otras.

Martes 06 Octubre 2015 | 04:00

Es la actitud más común de la raza humana, olvidando de suyo la necesidad imperiosa de ser libre de una esclavitud, la más dañina: la del pecado.

Qué enseñadoras resultan las palabras de Jesús cuando les dijo a los fariseos “Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”. Para los incrédulos, y para quienes toman a la ligera las cosas, esta magistral afirmación no tiene sentido y sin embargo estas y las que son parte del bendito evangelio del reino, traído hace dos mil años por el maestro Jesús, seguirán siendo verdades eternas y de poder extraordinario.
Poco nos gusta la tendencia de llamar a los errores que cometemos, por su nombre; nos hemos engañado hasta la vergüenza, cinismo y relativismo, llamándole a lo malo bueno y a lo bueno malo.  De esta forma, a la fornicación, a la infidelidad y al adulterio las hemos llamado “canitas al aire”; a la codicia y avaricia, “justa aspiración”; al odio y la venganza, “actitud correcta”; a las desviaciones sexuales, “derecho o libertad; a la orientación sexual”, al robo, a la coima y la corrupción“,  enriquecimiento ilícito”. Y así por el estilo se le ha estado cambiando el nombre y sentido de las cosas para seguir pecando deliberadamente (esclavitud del pecado).
En las sagradas escrituras bíblicas se definen con claridad los frutos de la naturaleza pecaminosa y del pecado mismo, quizás esta sea una razón por la que muchos desprecian o cuestionan la Biblia. 
Pecar no es solo matar, robar, mentir, odiar e insultar; lo es también la infidelidad conyugal, el chisme, la envidia, el rencor, la codicia, la avaricia, la pereza, la amargura, el enojo con ofensas, la hipocresía, el apego excesivo a la comodidad y una lista bien larga de pecados horrendos, tan horrendos como el homicidio. 
Jesucristo dijo...”Esto es lo que contamina al hombre” y por cierto a toda la sociedad. ¡El pecado en todas sus formas ha sido como una terrible infección que ha contaminado la rueda de la historia!
Cuando una persona comete cualquiera de estos pecados en forma habitual se dice que está en esclavitud de pecado, en otras palabras, es alguien que, a pesar de estar consciente de aquello y aun luchando en sus propias fuerzas, los sigue cometiendo. Este es el comportamiento humano que ha  causado horrendos daños a la humanidad en todo lugar y en todos los tiempos.
Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Más noticias