Cecilia Chicaiza, quien comercia productos como juguetes y otros por más de dos décadas, cuenta que la principal preocupación está en que la mayoría de artículos con los que se proveen son importados y pueden estar sujetos a regulaciones como el pago de  aranceles adicionales o salvaguardias.

Ella ya estuvo averiguando precios y cuenta que se desalentó.

“Un juego de focos de Navidad que el año pasado lo vendíamos en tres dólares ahora lo están vendiendo en 4,5 dólares para negocio, si lo ofrecemos a cinco hay que ver si la gente compra”, comentó preocupada.

La vendedora señaló que si otros años hacía una inversión de entre tres mil y cuatro mil dólares para Navidad, calcula que para este año podría hacerla por unos $ 1.500.

Expectativa. Para Alfredo Ortiz, quien tiene un negocio de materiales escolares, pósteres y más, el panorama tampoco es positivo.

Cuenta que ya en la actualidad las ventas se han reducido y temen que con las restricciones a las importaciones la mercadería con la que se proveen tenga un mayor costo.

Aunque aún no ha comprado los productos, este comerciante sí prevé una reducción en la cantidad de dinero que invertirá.

Calcula que otros años podía comprar mercadería hasta por unos cinco mil dólares, pero este año sólo lo hará por unos tres mil.

Ropa. En la venta de vestimenta la situación es diferente, con las medidas que restringen a la entrada de ropa desde el exterior han visto una oportunidad en el abastecimiento local.

Luis Vargas, quien tiene un negocio en el centro de la ciudad, comentó que antes traían mercadería de Perú o Colombia, pero ahora compran la que se fabrica en Ambato u otras cuidades del país. Señaló que sí espera invertir más previo a las ventas de diciembre.