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Manta
El acoso a tan solo un clic

La Policía y el Consejo de Protección de Derechos de Manta alertan a menores sobre el riesgo de usar redes sociales.

Domingo 04 Octubre 2015 | 04:00

Antes de relatar la muerte de su hijo que empezó en Facebook, Adriana (nombre protegido) empuña con fuerza su mano izquierda, muerde sus labios y respira hondo con los ojos cerrados. 

Era un domingo cuando Kevin (nombre ficticio) decidió ahorcarse en su habitación. 
Tenía 14 años de edad en ese entonces, y el pasado 1 de septiembre cumplió dos años de fallecido.  
Adriana lo recuerda como su niño cariñoso y comunicativo, por eso aquel trágico día no comprendía por qué el menor de tres hermanos se suicidó. Él nunca le habló de alguna mala situación.   
Dos días antes Kevin había preferido pasar encerrado en su cuarto. Su actitud cambió ese viernes cuando regresó de la calle. 
¿A dónde acudió Kevin ese día que dejó de ser el niño alegre?
Era la segunda pregunta que la familia se hacía para intentar descifrar los motivos del suicidio. 
La respuesta y pistas estaban en una computadora, precisamente en el Facebook del menor. 
“Se me hace duro recordar el caso”, dice Adriana mientras hace una segunda pausa para tomar fuerza y continuar el relato.
“Mi hijo fue atrapado en las redes sociales por esas personas, y hay que tener mucho cuidado con las redes”, menciona Adriana, quien por tercera vez detiene su voz para contener el llanto. 
El dolor de recordar lo que pasó con su hijo es muy grande, por eso prefirió omitir ciertos detalles y seguir con la historia. 
LO QUE OCURRIÓ. El suicidio de Kevin dejó muchas interrogantes. 
Todos querían saber el motivo, de tanta incertidumbre empezaron las sospechas. 
La familia llegó a la conclusión de que a Kevin le habían hecho algo. 
Entonces ellos decidieron revisar la computadora e ingresaron al Facebook del menor.  Allí encontraron las respuestas. Para la Policía eran las pistas y pruebas de un delito. 
Había un chat (conversación) de Kevin con un hombre de aproximadamente 40 años. 
El sujeto se hizo amigo del menor aduciendo que lo conocía desde el colegio. 
El hombre le aseguró que era capacitador de alumnos y que un día, en una supuesta charla dada en el colegio de la víctima, lo conoció. 
El contacto siguió y el sujeto también se atribuyó ser empresario de modelos. 
Kevin tenía un rostro atractivo, y aunque era apenas un adolescente en cuerpo de niño, el hombre lo convenció de convertirlo en un modelo. 
Le empezó a pedir fotos de cuerpo entero con engaños de “ver si cumplía los requisitos de un modelo” y así contratarlo para giras internacionales. 
Adriana asegura que el sujeto ofrecía pagarle 400 dólares mínimo a Kevin por cada contrato. 
El menor cayó en la trampa. Era viernes cuando Kevin debía acudir a la cita con aquel sujeto. El encuentro era para “la entrevista de trabajo”. 
Para esto, un amigo del hombre que conocía a la víctima, porque estudiaban en el mismo colegio, fue quien lo llevó a casa del sujeto. Ahí Kevin fue abusado sexualmente y golpeado. Fue un trauma grave que el adolescente no soportó.    
“Lo que también creemos es que después de abusado, mi hijo fue amenazado porque él había hecho los deberes y el domingo había dejado arreglada su mochila para acudir el lunes a clases. Algo tenía que hacer mi hijo ese día que prefirió mil veces ahorcarse”, señala Adriana.
>estuvo deprimido.  La autopsia psicológica forense determinó que antes de ahorcarse, Kevin se acostó en la cama, prendió su computadora, entró al baño y luego se dirigió al clóset, donde se quitó la vida.  
Las autoridades concluyeron que el menor habría entrado en un acelerado estado depresivo. 
El hombre fue arrestado y condenado a 16 años por el delito de trata de personas.
Ahora la familia de Kevin le sigue otro proceso por violación y muerte. 
Adriana quiere 25 años de cárcel, aunque para ella esto no sea suficiente. Dice que si su hijo no hubiera tomado esa decisión, el hombre todavía anduviera libre atrapando a más jóvenes. 
Aunque ella presume que se trata de una red de abusadores sexuales donde sólo cayó uno.  
Por esta razón Adriana revela el deseo de contar su historia en los colegios, de que vean los estudiantes un caso real sobre el peligro que existe en las redes sociales. 
“Me gustaría hacer una campaña para evitar que los padres pasen por este dolor. Me gustaría ayudar a los niños porque hay mucha inocencia. Hay que ayudar a los niños para que no caigan en estas redes”, manifiesta Andrea.
UN EJEMPLO. La historia de Kevin se multiplica en los establecimientos educativos. 
El Consejo Cantonal de Protección de Derechos de Ciudadanos de Manta la cuenta para hacer un llamado de alerta en los estudiantes sobre el riesgo que existe con el uso de las redes sociales. 
Nadia Cevallos, técnica del Consejo, explicó que otros riesgos a los que se exponen los alumnos son el bullying y el sexting. 
El primero es la burla por parte de los propios compañeros de clases y el segundo el acoso por fotos semidesnudas compartidas en las plataformas de internet. 
Al caso de Kevin lo denominan grooming, que es una serie de conductas y acciones deliberadamente emprendidas por un adulto con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, creando una conexión emocional con el mismo, con el fin de disminuir las inhibiciones del niño y poder abusar sexualmente de él. 
“Para prevenir que continúen estos delitos estamos ingresando a las unidades educativas”, enfatiza Cevallos. 
En las charlas se recomienda no mostrar o entregar  información privada en la red social. 
Además se educa en generar un filtro de fotos que sí pueden compartirse y otras preferiblemente no, como por ejemplo las que se está en ropa interior.       
Fionella Cevallos, también técnica del Consejo, reveló que en las charlas se está aprovechando a levantar una muestra de menores que han sido acosados por las redes, pero que han preferido callar. 
Esta información logrará determinar el grado de vulnerabilidad al que los adolescentes de Manta están expuestos.  
POLICÍA. Según registro de la Policía de Menores (Dinapen), de 95 adolescentes que en este año han huido de casa, 18 lo han hecho con personas que conocieron en Facebook. 
Para Elena Sánchez, agente de la Dinapen, los casos son alarmantes, puesto que nunca se sabe quién verdaderamente está detrás de un perfil. 
“Es común que detrás de un perfil no esté la persona que se muestra en foto. Las redes delictivas se manejan de esta manera para atrapar a sus víctimas.  
Dinapen también mantiene una campaña de capacitación en colegios sobre el mal uso de las redes sociales. 
Paola Dávila, jefa de Dinapen, realiza las siguientes recomendaciones para evitar caer en manos de la delincuencia en cualquiera de las redes sociales. 
Lo primero es no proporcionar toda la información personal. 
Evitar seguir o aceptar solicitudes de personas extrañas. 
Descartar publicar fotos semidesnudas o en ropa interior porque  su imagen podría ser tomada para acoso sexual o páginas pornograficas. 
Si alguien que no conoce le escribe con algún interés, comunique a sus padres. 
Si cree que sus progenitores no se preocuparán, entonces bloquee o deje de seguir a esa persona. 
Tampoco suba fotos si está de paseo o sola en casa. 
Dávila explicó que esto es señal abierta para la delincuencia. 
Recordó que al hacer algún tipo de acto sexual por video llamada, la otra persona puede estar grabando, por lo que en ese momento puede empezar a circular por internet. 
La jefa policial recomienda que nieguen toda grabación con teléfono de personas extrañas.  
La Dinapen pide a los padres estar atentos a lo que hacen sus hijos en las redes y ante cualquier sospecha atreverse a denunciar. 
El Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC) reveló que el 68,9% de la población entre 12 a 17 años de edad 
pasan 6 horas en redes sociales. 
El Facebook, Whatsaap, Skype y Youtube son las redes más utilizadas entre casi cinco millones de ecuatorianos, según el registro del INEC.
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