Drama. El dolor más grande que asegura haber vivido es ver como sus amigos jugaban, corrían, eran “normales” y ella no, pues sufre de hemiparesia. 

“Siempre me preguntaba porque era así, me daba pena de mi misma hasta que un día dije me levantaré, lucharé, para ser alguien y para ello debo de prepararme”, expresó.

En la vida hay obstáculos que hay que atravesar y el mejor amigo que uno puede tener es Dios y mi madre precisó. Detalló que en la última cita médica que tuvo los médicos colombianos se sorprendieron y le indicaron que su movilidad física ha evolucionado.

Afirmó que esta vida es dura y que le ha tocado luchar contra diferentes obstáculos y que el físico ha sido lo de menos. 

Ahora Jennifer se mueve por su casa y en su lugar de estudios con un andador, o ayudándose de las paredes, y tuvo que aprender a escribir por obligación con su mano izquierda a pesar que ella es derecha. 

Para su madre Leticia Chinga, los milagros que han ocurrido con su hija se dan a diario, ya que nació de seis meses y que hasta los médicos le indicaban que no viviría, cree que Jennifer es un “Ángel” que Dios puso en la vida de ella y su esposo. Afirmó que al nacer al nacer era tan pequeña que entraba en la palma de sus manos, confesó que la situación económica por la que han atravesado hasta la actualidad ha sido crítica, pero que Dios no los ha desamparado.