La actividad ayudará a la población a manejar una situación real de riesgo ante la supuesta llegada del fenómeno El Niño.

En este sector hay una falla geológica que preocupa a las autoridades.

Una fisura en la montaña que rodea al pueblo sigue cediendo. Según estudios de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), el año pasado la corteza presentaba un desprendimiento de 4,50 metros y ahora sobrepasa los 5.

“Se estima que la montaña cede 10 centímetros cada mes”, explicó Hugo Parra, coordinador de respuesta de la SGR en entrevistas anteriores.

 

> cierre de vía. Mañana desde las 10h30 las vías que conducen hacia el sector Unión del Toachi, de la parroquia Alluriquín, serían cerradas en diferentes sitios, al igual que los peajes.

Para esta actividad se contará con el apoyo de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) y la Policía Nacional. 

Se prevé que el transporte será desviado por vías alternas y que el cierre de la carretera demore dos horas. 

Según Víctor Carrera, analista de Riesgos del Municipio, 80 personas de las instituciones de respuesta intervendrán en el simulacro.

Miembros de la Policía Nacional, Ministerio de Salud Pública (MSP), Fuerzas Armadas, CTE y SGR estarán presentes.

En la falla geológica, ubicada en el sector denominado “Caídas de Atahualpa”, el Municipio tiene que ubicar una alarma que incluirá sensores y un sistema de aviso de mensajes de texto a los pobladores. 

“La compra aún está en el Portal (de Compras Públicas) ya se subió una vez, pero hubo cambios en los informes y el proceso se cayó”, dijo Carrera.

La alarma cuesta 6.000 dólares. 

Los moradores de Unión del Toachi han participado en los talleres que han sido coordinados por el Municipio. 

Blanca Andino y Doralva Hincapié son vecinas. Las dos han asistido a las capacitaciones. 

“El sábado fue la última, fuimos unas 30 personas y es algo que nos tranquiliza pues la prevención siempre es buena, lo que no nos gusta es que las autoridades digan que tenemos que irnos de aquí definitivamente”, indicó Blanca, quien vive desde hace 50 años en el recinto perteneciente a la parroquia Alluriquín.

“En el 2014 hubo un deslave y en este año pasó en Alluriquín. Son cosas que pueden pasar en cualquier parte”, señaló Doralva.

Ellas dicen que se sienten enfermas con las insistencias de las autoridades en cuanto a la reubicación.

En el sector, según un censo realizado el año pasado por el Municipio, viven 115 familias (411 personas).