Cerca de un centenar de trabajadoras sexuales que se ubican en los bajos del edificio municipal de Santo Domingo protagonizaron esta mañana una marcha.
Con carteles y acompañadas de sus hijos, las meretrices denunciaron que su derecho al trabajo ha sido violentado.
Ellas aseguran que las residenciales del centro de la ciudad donde ellas ejercen su profesión han sido clausuradas por lo que sus ingresos económicos han sido afectados desde hace 15 días.