La creación ‘accidental’ de un video lo llevó a recibir ofertas de empresas como Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma-Heineken, Skullcandy y TV Azteca, para capitalizar sus negocios a través de canales digitales.

En una ocasión envié un video a una amiga en Estados Unidos, en el cual, a manera de juego, describía cada una de las prendas que vestía de una forma  poco usual. En cuestión de horas y gracias a ella lo compartió en un grupo de WhatsApp y las imágenes se convirtieron en virales en las redes.

El video digital es una de las fuentes a las que más están recurriendo las empresas para mercadear sus productos y sus campañas publicitarias. La forma de hacer publicidad tradicional, en televisión, pierde poder.

Hace cinco años decidí emprender en una empresa de bebidas Premium llamada Apache Brands. Tras este ‘accidente’ espero facturar 5 millones de dólares al cierre del 2015, debido a que algunas compañías han decidido establecer alianzas estratégicas. 

Para las empresas, la web resulta el canal ideal para promocionar y vender sus productos. Este negocio, el del comercio electrónico, tiene un valor de mercado superior a los $ 9’474.894, según un estudio de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI).

La dinámica digital en México mueve a este tipo de personajes a convertirse en influenciadores de masas o ‘influencers’. Esto apenas empieza, el reto es mantenerlo, porque también las redes sociales tienen subidas y bajadas.

Sin embargo, no me considero como un influenciador. Hay youtubers que se dedican cien por ciento a esta actividad. Ejemplo de ello  son El Sopitas, Werevertumorro, entre otros. 

Durante 18 años me dediqué a trabajar en PepsiCo y Coca Cola Company. En Coca Cola participé en importantes negocios en el 2007.

Me tocó lanzar Vitamin Water para México, una adquisición de casi 4.000 millones de dólares.