Hace un año aproximadamente la estructura no era tan agradable, pero su aspecto mejoró luego de ser remodelado por el Municipio, comentó Juan Aguirre, morador.
“Lo pintaron, le pusieron alumbrado y su imagen es otra, incluso hasta llamativa, pero aún así la gente sigue sin utilizarlo. El puente está de adorno, esa es la realidad”, explicó Aguirre.
El hombre cree que las personas se acostumbraron a cruzar la calle sin importarles el peligro que corren.
“A los peatones les da igual si existen o no pasos cebra”, afirmó el ciudadano.
Rosa Cajamarca tiene su local comercial a unos tres metros de la estructura.
Ella dijo que la gente no hace uso del viaducto por la comodidad y por pereza de subir y bajar escaleras.
“Creo que las personas que están apuradas son las que más ignoran el puente”, expresó.
Pero no todos se dejan llevar por la pereza.
Según Maritza Cevallos, ciudadana, los estudiantes sí lo utilizan.
“Mi niño recién entró a primer curso, yo le tenía miedo a esta intersección, pero eduqué a mi hijo para que cruce el puente y así lo está haciendo”, informó Cevallos.