“Me han lanzado carros, me han sacado con machete en mano y hasta me han amenazado con revólver”, contó el empleado de la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Portoviejo (Epmapap) mientras suspendía el servicio en un domicilio de la calle Córdova y Rocafuerte.

“Es la segunda vez que cortamos en esta casa. La primera vez colocamos el aviso y se reconectaron”, contó. Su compañero Cristhian Cobeña colocó un nuevo anuncio de corte para que el usuario se acerque a cancelar la deuda.  

Cuando el monto adeudado es mayor, colocan un dispositivo para que no puedan reconectarse.

El martes desde la dirección de Comercialización se dio la orden a una cuadrilla de cortar el servicio a 223 usuarios que acumulan una deuda por 129.635 dólares. 

Otra cuadrilla manejaba una cartera de 142.982 dólares para corte a 209 usuarios.

RECAUDACIONES. En la Epmapap las recaudaciones no bajan, pero tampoco suben como se espera. 

El gerente Jan Carlo Giler dijo que en junio recaudaron 633.000 dólares; en julio 635.000 dólares y en agosto 638.000 dólares, lo que en la práctica equivale a que no hay un crecimiento. “No hay cultura de pago”, recalcó el funcionario.

La meta de la Epmapap es recaudar este año 850 mil dólares mensuales, para lo cual harán el levantamiento catastral de clientes y conexiones; instalar medidores; depurar la cartera vencida y fortalecer la gestión coactiva.

Con un presupuesto de 14 millones de dólares y una cartera vencida de 10 millones, “que no es real y tiene que ser depurada”, Giler indicó que en pocos días contratarán la instalación de 10 mil medidores, a los que se sumarán otros 8 mil como parte de la ampliación del plan maestro de agua en ciudadelas como San Alejo, Los Cerezos, Fabián Palacios, Modelo y la parroquia Picoazá, financiada con un crédito del Banco del Estado. Y en el 2016 piensan adquirir otros 15 mil dispositivos para “cerrar la brecha”.