Aseguró que hablaron de una manera “amistosa y fraternal”. “Hemos acordado mantener los espacios de diálogo para consolidar las excelentes relaciones entre el Gobierno nacional y la Iglesia católica”, publicó Patiño.
Esto ante lo sucedido con el arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, y el Gobierno.
Por su parte, Trávez dijo a diario El Comercio que ellos (Gobierno) reconocieron que “se les fueron las palabras y las manos” y dieron fin a la polémica.