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Enrique Delgado Coppiano
Acciones ante la crisis
Acciones ante la crisis
En los últimos años el Ecuador vivió una época de bonanza con el precio del barril petrolero sobre los 100 dólares y desarrolló sus planes presupuestarios sobre esta figura económica.
Sábado 29 Agosto 2015 | 04:00
Se adquirió una elevada deuda externa con intereses más altos que los que se pagan al FMI o al Banco Mundial; se justificaban los préstamos ante la urgencia de generar electricidad con la construcción de varias centrales hidroeléctricas con los capitales prestados, lo que nos liberaría de la necesidad de comprar energía a países vecinos, y poder en corto tiempo sustituir el uso del gas licuado de petróleo importado que es vendido con un subsidio que lo cubre el Estado, una carga pesada para el presupuesto general.
Ahora habría electricidad barata para uso doméstico y las cocinas deben ser eléctricas, suena lógico; así se lo predica, mas, los grandes consumidores de petróleo comienzan a producirlo con nuevas tecnologías a precio muy barato, dice el pueblo casi como gallina con peste, y la economía de todos los productores de petróleo se complica al ver sus ingresos disminuidos.
Así lo ha expresado el Sr. Presidente, a 30 dólares el barril, más caro es producirlo; en otros términos, se acabó la era de las vacas gordas y el problema económico fiscal es muy difícil. Entendidos dicen que esto se venía venir, que no se tomaron previsiones a tiempo, como crear un fondo de emergencia, mientras se exageraron gastos e inversiones y no se escuchaban los criterios de austeridad.
Aplicaron los sistemas de impuestos a la salida de capitales y el método de salvaguardias fiscales, los que algunos analistas señalan que se alejaron las inversiones extranjeras, se encarecieron los precios, al igual que nuevas imposiciones a los sectores productivos o leyes como las de herencia, que afectan al mayor número de empresas que son familiares y emblemáticas para crear trabajo en todas partes del mundo.
Así, los negocios que generan empleo están semiparalizados y nuestros dólares se los recibe con beneplácito en los países vecinos: Colombia y Perú, invadidos por miles de ecuatorianos que se desplazan hacia ellos para comprar barato y allá no sienten crisis ni amenazan con cerrar fronteras mientras nuestros comerciantes dicen estar paralizados.
Sectores empresariales y laborales plantean alternativas al gobierno, mientras el malestar económico se agudiza. De urgencia se tienen que sentar todos, Gobierno y emprendedores en la misma mesa, analizar con franqueza medidas acertadas, basados en medidas económicas, lejos de entelequias ideológicas, solo así se puede lograr una verdadera y práctica política económica de crecimiento social sostenido.
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