Abdul Malik, de 40 años, cruza todos los días a nado el río Kadalundi, en el distrito indio de Malappuram, con el único fin de llegar a una pequeña escuela donde da clases.
El hombre cumple con esa travesía desde hace 12 años, para lo que emplea un pequeño flotador y una bolsa de plástico con sus pertenencias y su ropa dentro. Malik vive en una de las regiones más pobres de la India, donde la única alternativa a nadar a través del río es el autobús, el cual implica una espera de 20 minutos en la parada y un viaje de 90 minutos. A menudo, el autobús lleno de gente llega tarde y, por lo tanto, Malik asegura que no tiene más remedio que cruzar el río contaminado a nado para garantizar la llegada al trabajo a tiempo.