Delia Montero, psicóloga de la organización, donde además de esta asistencia se ofrece apoyo legal y de trabajo social, informó que  la mayoría de los casos se dan en un entorno familiar  disfuncional, con elementos como alcohol, problemas económicos y manejo del poder que repercute en entornos de machismo.

La especialista dijo que su opinión personal no es que los casos de violencia estén disminuyendo, sino que  ahora se los denuncia más. “Se están volviendo más visibles”, opinó.

Silencio. Cecilia López, trabajadora social, señaló que estos casos de violencia les llegan tanto remitidos por entidades como la Fiscalía o porque directamente las agredidas acuden hasta las oficinas de la entidad ubicadas en la calle Mejía, a una cuadra del municipio.

“Lo más difícil es que rompan el silencio, que se atrevan a hablar”, señaló.

López dijo que en la mayoría de los casos hay un círculo donde se produce la agresión, el agresor se arrepiente, la agredida lo perdona y viven un período de reconciliación hasta que se vuelve a producir el maltrato.

“Hay casos donde la violencia sube tanto que termina en asesinatos”, advirtió la trabajadora social.

Melissa Mendoza, fiscal en violencia de género de Portoviejo, informó que de los casos que se han tramitado en ese despacho se observa como elemento común que muchas víctimas de violencia intrafamiliar soportan el maltrato por muchos años antes de decidir hacer la denuncia.

En el caso de la violencia sexual observó que la mayoría de agresiones se dan en el ámbito de la familia y con personas muy cercanas al entorno familiar.

Tíos, primos, amigos, vecinos y más suelen verse vinculados cuando se descubren los casos.

Advertencia. En el caso de sospecha sobre abuso a un menor la fiscal señala que la principal señal es ver que el menor de edad se rehúsa a acudir a tal o cual sitio, que tiene comportamientos extraños, que cambia su actitud de forma repentina.

“A veces los padres no escuchan suficiente a sus hijos. Estos no quieren ir a un lado, no quieren quedarse solos o con tal persona y nadie les hace caso. Años después cuando el abuso ha sido descubierto es que se dan cuenta de que no vieron estas alertas”, señaló Mendoza aconsejando a los padres.