Uno de ellos es Jorge Álava, exdirector de la Corporación Aeroportuaria de Manta (Corpam) que administró el aeropuerto Eloy Alfaro por cinco años.
A raíz de la salida de la Corpam, en julio del 2009, a más de una inversión en la reparación de la pista, del taxiway y la remodelación interna de la terminal de pasajeros que hizo el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), “no se ha avanzado en nada más. Me refiero a la comercialización del aeropuerto”, señaló Álava.
Esta comercialización, dijo, es posible a través de una concesionaria que pueda realizar vuelos de Asia a Sudamérica, sirviendo el aeropuerto como una terminal de transferencia de pasajeros.
La Corpam tenía su plan de negocios. Se estableció un convenio con el MTOP, en ese entonces con el ministro Jorge Marún, para planificar y construir la infraestructura para vuelos internacionales y cuyo proyecto quedó contratado, mencionó.
Álava indicó que el plan de concesión contemplaba la construcción de una sala de preembarque en la planta alta para mil pasajeros internacionales que llegarían a bordo de los aviones A-380 que ofrecen una traslado de más de 400 personas.
También incluía la ampliación de la planta baja para ubicar counter (ventanillas) internacionales y una sala vip en la planta alta. Además de tres mangas para conectar el desembarque de pasajeros.
Igualmente la ampliación de la recepción y entrega de equipaje para estos vuelos y facilidades para los servicios de migración y aduana.
Álava dijo que una vez concluida esta fase se construiría la terminal internacional en el actual galpón que dejó la FOL y que se ubica frente a la pista del aeropuerto.
“Todo este proyecto lo habíamos negociado con la empresa China Arline, la que ofrecía traer de China y otros países asiáticos pasajeros a Manta. Actualmente estos pasajeros llegan hasta Estados Unidos y de ahí a Panamá para distribuirse a los países sudamericanos”, señaló.
En el 2008 se estableció que había 1.004 pasajeros día desde Asia a los destinos sudamericanos como Lima, Santiago, Buenos Aires y Sao Pablo.
Otra gestión. El aeropuerto pasó nuevamente a la Dirección General de Aviación Civil (DAC) el 19 de julio del 2009.
En los cinco años que la Corpam administró la terminal área viajaron 56 mil pasajeros con tres aerolíneas nacionales, vuelos chárter internacionales de pasajeros y carga.
Ahora hay dos aerolíneas locales y cuatro vuelos semanales de dos aerolíneas venezolanas.
“Se desconoce cuál es el movimiento de pasajeros porque la DAC no informa al colectivo de este movimiento”, dijo Álava.
Señaló que sería interesante que el aeropuerto volviera a manos del municipio para replantear su operatividad y entregarlo en concesión, porque esa es la única salida para que Manta tenga su aeropuerto internacional.
Monopolio. El aeropuerto de Manta debe tener la misma actividad que tienen los aeropuertos de Quito y Guayaquil porque cuenta con las mismas bondades y facilidades, “superándolos en nuestra ubicación”, señaló la asambleísta Grace Moreira.
“Es hora que se termine con los monopolios que tienen estas grandes ciudades y que relegan a Manta y por ende a Manabí”, indicó.
Moreira sostiene que la terminal aérea corre la misma suerte que el puerto de Manta, que en lugar de avanzar ha retrocedido.
Los gobiernos de turno no se han interesado y sensibilizado con las necesidades de la ciudad, agregó.
La legisladora Verónica Rodríguez señaló que está pendiente una reunión con el vicepresidente de la República, Jorge Glas, y otras autoridades para tratar el tema del aeropuerto y conocer los motivos que postergan su plan de desarrollo.
“Nuestra región visiona inversiones de tipo privado y público que requieren el respaldo de un servicio aéreo internacional, por el cual estamos luchando”, anotó Rodríguez.
Junta cívica. Trajano Andrade, presidente de la Junta Cívica, manifestó que el aeropuerto, al igual que el puerto, son proyectos relegados por los funcionarios del MTOP.
“No existe una visión clara sobre el futuro del aeropuerto internacional. Nadie informa nada, razón por la que desde la Junta Cívica vamos a convocar a los señores de la Subsecretaría de Transporte Aeronáutico y de la Dirección de Aviación Civil para que nos rindan cuentas de la realidad del proyecto de expansión que ofreció el Gobierno para el aeropuerto, el que debe ir de la mano con la expansión del puerto y la ruta Manta-Manaos”, señaló.
Obras pendientes. Los trabajos que ofreció el MTOP para la segunda fase de desarrollo del aeropuerto y que están pendientes son: la ampliación de la pista en 1.200 metros más, la terminal de pasajeros y una nueva torre de control que incluye equipamiento tecnológico. Esta última ya fue instalada, pero se desconoce si está funcionando.
Las obras se anunciaron para el 2013. Estos trabajos estaban presupuestados en 25 millones de dólares.
En el 2012 el Gobierno a través del MTOP ejecutó la primera fase del proyecto de ampliación. Se realizó el mantenimiento (recapeo) de la pista, del taxiway, ampliación de las salas de abordaje y llegada, y remodelación de la sala de espera de pasajeros y
mostradores de las aerolíneas.
Los trabajos representaron una inversión de más de 5 millones de dólares y estuvieron a cargo de la compañía Verdú.
Para conocer sobre las obras pendientes se buscó información en la Subsecretaría del MTOP, pero se informó que el tema lo maneja la Subsecretaría de Transporte Aeronaútico, a cuyo titular, Cristhian González, se le consultó (jueves 21 de agosto) vía correo electrónico varias interrogantes, pero no se ha obtenido respuesta.
Soldados de ee.uu. El acceso y uso de la pista y una parte del aeropuerto de Manta fue cedido al Comando Sur de los Estados Unidos, por convenio intergubernamental desde 1999 hasta el 2009, para la lucha contra el narcotráfico en el noroeste de América del Sur.
La base de Manta permitió a Estados Unidos observar el movimiento de narcotraficantes y enviar la información a las autoridades y militares de la región.
Se construyeron edificaciones y plataformas para uso de los militares norteamericanos (FOL) y se reconstruyó la pista del aeropuerto utilizando material de mayor resistencia con miras a soportar las, operaciones de las aeronaves más pesadas del mundo, tanto civiles como militares.
También ese comando iluminó la pista y entregó varias unidades y equipos contra incendio para el aeropuerto.