Amigos y vecinos todos los días suelen organizarse para realizar partidos de ecuavóley, sobre la cancha las apuestas no se hacen esperar.
“Yo vengo todos los días desde el kilómetro seis de la vía a Quevedo, a veces juego y otras solo observo”, afirmó Paco Garrido, quien asegura que esta disciplina deportiva es su distracción favorita.
Esta cancha es de propiedad de Miguel Gavilanes, quien la construyó hace más de 15 años, según Gilbert Mora.
Manifestó que este espacio recreativo le da vida a todo el sector.
“Aquí vienen de todas partes, cerca o lejos de la cooperativa se ve jugar desde jovencitos hasta los más grandes de la cooperativa”, añadió el hombre.
Para Rodríguez, de 34 años de edad, este deporte se ha convertido en el sustento económico de su casa.
Rodríguez lleva casi 15 años practicando “vóley”. “Siempre me gustó y desde que empecé a ganar dinero por jugar, no lo he dejado de hacer”, comentó.
Según dijo, él gana cerca de 49 dólares diarios cuando le va bien en la cancha. “Con lo que no hay trabajo toca buscar ingresos como sea”, manifestó el deportista.
Varios vecinos aseguran que actualmente el sector está libre de la delincuencia. Lo que sí necesitan es atención en las calles transversales de la cooperativa. “El polvo, por el pedrero, nos tiene mal”, dijo Lorena Paz, habitante.