Este acceso, como muchas otras calles transversales de la zona, no cuenta con adoquinado.
Allí el polvo y el lodo es el “factor común” que incomoda a quienes caminan a diario por el lugar, especialmente a estudiantes.
Matilde Montalván es una de las primeras moradoras de la calle, hace 40 años dejó su natal Loja para radicarse en este sitio.
Ella cuenta que cuando llegó junto con su esposo y sus hijos, este sector estaba rodeado de montañas.
“Poco a poco la gente fue adquiriendo su terreno, para luego reunir un dinerito y poder construir sus casas”, refirió Montalván.
Ella cuenta con una pequeña tienda, negocio con el que se ayuda para mantener su hogar.
Quienes habitan en la calle, además del adoquinado, solicitan que se construya un parque en la zona, para el entretenimiento de los niños.
Tras el asfaltado de la avenida Zaruma, perteneciente a la lotización Los Unificados, se colocaron dos paradas de buses con sus respectivas bancas.
Cada unidad de transporte urbano respeta las paradas que se han instalado, a igual que los usuarios.
María Paladines, quien cuenta con una tienda en el sector, afirma que este es un sitio muy tranquilo y que ha mejorado con el arreglo de la avenida principal.
“Nos favoreció a muchos vecinos el asfalto, antes sufríamos para salir a algún lado”, refirió la mujer.
Por este lugar circulan los buses de la compañía Río Toachi y Transmetro.