Al analizar las antiguas visiones y acciones de la desaparecida Defensa Civil, que pretendía con charlas aisladas en uno u otro colegio, y creyendo que saliendo esporádicamente en los medios de comunicación se podía generar una cultura de gestión de riesgos, era evidente la falta de planificación; solo se reaccionaba ante lo que venga o ponga de frente la naturaleza. En verdad ¡era un desastre!. En la actualidad la Secretaría de Gestión de Riesgos desarrolla estrategias sostenidas de clara responsabilidad, en conjunto con cada cartera de estado y gobiernos seccionales; por ejemplo, la consecución del 100% de los planes de contingencias en los planteles educativos de toda la provincia.
Anteriormente solo unas cuantas escuelas o colegios desarrollaban esta capacidad, ahora ya no se improvisa, son parte de los programas de desarrollo de cada plantel educativo. También podemos poner de ejemplo la aplicación de la COOTAD, donde cada GAD cantonal está en la obligación de crear su unidad de gestión de riesgos, lógicamente con presupuestos y recursos suficientes para descentralizadamente gestionar los riesgos, más la implementación de los planes de contingencia cantonales para el funcionamiento de los Comité de Gestión de Riesgos (CGR), que cuando se declara la emergencia se convierten en Comité de Operaciones Emergentes (COE).
La real dimensión del desarrollo de la gestión de riesgos en Manabí es evidente, somos testigos de eventos adversos como los deslaves o inundaciones con saldos negativos, no porque la naturaleza se ensañe contra nuestra provincia, sino por la no utilización del sentido común y de las normas que a través de las regulaciones que la SGR van desarrollando. Un artículo de la COOTAD dice que si un alcalde permite construir en zonas de riesgo, directamente puede ser removido de la función, es decir, ya no hay
chance a manejar los riesgos al antojo de los intereses.
Se está desarrollando un evento hidroclimático llamado Fenómeno El Niño. Existen planes, mapas, estrategias de riesgos… ya no son “secreto de estado” como, ahora están a la orden de los GADs cantonales y parroquiales para el desarrollo de políticas que comprometan desde su propia raíz, el no cometer los errores del pasado.
Entonces es evidente el desarrollo de capacidades para los que han tenido oídos atentos a la estrategia de gestión de riesgos impulsada desde la SGR. Ahora es el momento de reforzar las acciones que de manera muy sacrificada se han venido impulsando por más de 7 años en todo el territorio provincial.
