Ayer se  inició la semana mundial de la lactancia, tiempo dirigido a reforzar el objetivo de que más madres den de lactar a sus hijos, lo que refuerza el vínculo entre ambos y las defensas del bebé, disminuyendo el riesgo de enfermedades.

Gema Cedeño lo sabe y por eso un mes después de que nació su hijo Rafael Sebastián pudo, por fin, alimentarlo con su leche. El niño nació a las 33 semanas y por ser prematuro  debió estar en termocuna. Superados los primeros días, la amorosa madre lo alimenta mientras le canta canciones de cuna, pegándolo a su pecho, piel con piel, para darle seguridad y amor. 

Cadena la guía enseñándole la postura más adecuada, mientras recuerda que hay madres que se dejan llevar de mitos y no les dan a sus hijos éste, “el alimento inteligente que cambia de acuerdo a la edad del bebé, cambia de acuerdo a la hora del día y a la alimentación que consume la madre”.

La médico recuerda que la leche materna “es un homólogo de la sangre y un bebé amamantado por leche extraña puede incluso contraer el virus del VIH”.  De allí la importancia de los  exámenes previos para saber si la madre está apta para  ser donadora, pues si tiene VIH o hepatitis B o si está afectada emocionalmente, lo que ocurre cuando el niño es resultado de una violación, no puede ser donante. 

SEGURIDAD. Es por esto que en el banco de leche toman todas las precauciones para garantizar el estado de salud de las donantes, a quienes se somete a exámenes previos, explicó la nutricionista Ana Lucía González. 

Señaló que el banco es una opción cuando un niño por alguna razón no recibe leche materna, que es el único alimento que se  recomienda hasta los seis meses de edad, “porque la leche materna contiene todos los nutrientes que necesita para su desarrollo físico y emocional”.

González indica que la leche donada es procesada y pasteurizada para alimentar a los niños con necesidades especiales. Actualmente el banco cuenta con un promedio de 40 donantes, lo que beneficia a entre 50 y 60 niños que están en las áreas de neonatología, unidad de cuidados intensivos pediátricos y pediatría del hospital. Cada mes se procesan (pasteuriza) unos 5 mil mililitros de leche materna donada.