Actualizado hace: 931 días 9 horas 16 minutos
Servicio
Cada vez menos esclavas del Divino corazón

La hermana María José repasa su memoria, saca cuentas y dice que en cinco años unas cinco postulantes se han retirado.

Lunes 03 Agosto 2015 | 03:00

María José Palomo es una religiosa de la congregación de las Esclavas del Divino Corazón y cuenta cómo ha cambiado el panorama respecto del ingreso de nuevas postulantes para convertirse en monjas.

Esta religiosa de 84 años, de los cuales 62 ha consagrado a esta organización, cuenta que hace un par de décadas era frecuente que ingresaran nuevos miembros a la congregación. 
Ahora, cada vez son menos las aspirantes a religiosas. 
De hecho, cuenta que solo en Manta actualmente una persona está como postulante. 
EXPLICACIÓN. Palomo explica que cree que se debe a que los laicos (aquellos que no se convierten en religiosos) tienen alternativas para apoyar y participar de las labores de la Iglesia. 
Recalca que la vocación no la tienen todos.
“No todos quieren asumir el compromiso y renuncia que lleva la vida como religiosas”, explica.
La hermana piensa y recuerda los tres votos fundamentales que tiene que hacer: pobreza, castidad y obediencia. 
PRESENCIA. Las Esclavas del Divino Corazón están presentes en tres ciudades, Portoviejo, Manta y Quito. 
Allí quedan cuatro, cinco y cuatro miembros, respectivamente. 
En total hay solo 13 integrantes en el país.
QUÉ HACEN. Sus actividades se concentran en la oración y en el servicio a la educación y a la orientación espiritual familiar y juvenil. 
En Portoviejo trabajan con los centros educativos de Fe y Alegría y en Manta con la Unidad Educativa Julio Pierregrosse.
La hermana María José confiesa que sí le da algo de pena que no hayan más vocaciones, pero reflexiona que es peor que ingresen y vivan sin amor y entrega esa vida.
 
 
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