Precisamente por la gran cantidad de motos bullosas es que desde el mes de marzo este departamento inició un plan para combatir esta práctica.

IDEA. Miguel Estévez, director de Ambiente del municipio de Portoviejo, dijo que cada martes y jueves un equipo de técnicos acompañado de un sonómetro y de miembros de la Comisión de la Policía de Tránsito realizan controles en las vías. 

Indicó que colocan el sonómetro a un metro de la moto y se miden los niveles de bulla. 

Así cuando sobrepasa los 80 decibeles el conductor recibe una multa de 18 dólares más la reducción de 1,5 puntos en su licencia de conducir. 

Además si la moto llega a decibeles de 110 queda retenida hasta que se haga el cambio del escape.

Mencionó que en cada campaña revisan unas 40 motos y de ellas entre 4 a 8 reportan el problema.

LESIONES. El médico Nelson Campos, dijo que el exceso de ruido puede provocar lesiones en el oído ya sea sordera o infección.