Aunque en este punto también hay opiniones contrarias, pues hay quienes dicen que las salvaguardias son beneficiosas para la industria nacional y el consumidor final.

 

CONSTRUCCIÓN. José Briones Zambrano, de la distribuidora Disensa Los Ángeles, sostuvo que en el sector de la construcción ha bajado el ritmo por el incremento en los precios de materiales importados, aunque la mayoría de los nacionales mantienen su precio, como el cemento que cuesta 7,80 dólares desde hace dos años, y otros han bajado, como el hierro. Por ejemplo, una varilla de 12 milímetros que costaba 12,50 dólares ahora cuesta 11 dólares; y una correa de 80 centímetros por dos metros, de 16 dólares bajó a 13 dólares. Aunque hay casos y casos. Por ejemplo la tubería, que es industria nacional, registró un incremento en el precio, afirmó.

Para Briones las salvaguardias tienen su ventaja, pues aunque en su caso las ventas han bajado un 30 por ciento, “más en materiales importados”, se está apoyando a la industria nacional. Es optimista de que en el segundo semestre la situación mejore. 

Para Frank Molina, de la Constructora Mobra S.A., que construye la urbanización Ciudad Colón en la parroquia del mismo nombre, no hay afectación pese al incremento de precios. Iniciaron a fines del 2012 y de las 27 casas proyectadas 22 ya están negociadas y vendidas.

El precio de los materiales de construcción no incide porque, dijo, han mantenido los costos de las viviendas que varían solo en los casos que el cliente pide acabados de otro tipo, con productos importados. “Hay materiales que con las salvaguardias sufrieron un incremento de hasta el 5 %, como la cerámica, o del 10 % como el aluminio y vidrio, pero como el 85 % de lo que se usa es nacional por ahora no nos hemos afectado, más bien tememos que la agitación social del país afecte las políticas del Banco del Seguro Social porque la banca privada no está abierta a créditos hipotecarios”, añadió. En su caso, el 60 por ciento de sus clientes son servidores públicos.

 

ACABADOS. En Kerámikos reina el optimismo. La jefa de almacén en Portoviejo, Gabriela Sabando, dijo que las ventas de cerámica y artículos de grifería se mantienen por las promociones mensuales, además de que tienen fábrica en Riobamba y Cuenca. 

Productos como el porcelanato, que es importado, no han tenido incremento en su precio porque, afirmó, compran directamente y venden a los distribuidores. 

Aunque reconoció que unos meses no tuvieron porcelanato en stock, dijo que lo han superado e insistió en que las ofertas garantizan las ventas permanentes porque atraen más clientes.

Fabián Cedeño, de Ferretería Fabián, afirmó que hay escasez de porcelanato y que el precio subió por las salvaguardias. 

 

GRIFERÍA. “El negocio de la ferretería ha sido golpeado porque por lo general un 40 por ciento de los productos de una vivienda son importados, más que todo en los acabados que son el 80 % importados”, añadió.

El empresario dijo que el stock se está terminando y ya recibieron las nuevas listas de materiales en las que “se está sincerando los costos” porque hay productos que han subido el precio hasta en un 45 %, como las cerraduras, que no hay en el mercado.

En el caso de la grifería los inodoros importados cuestan entre un 25 % y un 45 % más y los que mantienen su precio son los nacionales.

Calentadores de agua, bombas de agua que no se fabrican en el país vienen con nuevos costos. Y la cerámica importada, que antes se conseguía entre seis y siete dólares, ahora cuesta no menos de 10,50 dólares, añadió Cedeño.

Califica como positiva la normativa impuesta para la importación de productos porque “el único beneficiario es el consumidor final, ya que si bien aumentan los costos le llega un mejor producto”.

Recalcó que la industria nacional tiene ganas de surgir, de ser competitiva, pero los costos de los servicios básicos son altos, como la energía, y en esas condiciones no es fácil.

Añadió que en su empresa las ventas han bajado un 11%, que considera “exitoso” dadas las circunstancias. Descartó que se vaya a disminuir personal y espera que este semestre mejore la situación y más en el 2016, “que será un año electoral y se reactivará la inversión pública”.