Sus manos no le piden favores a sus piernas. El defensa de Emelec es también pintor, una faceta que pocos conocen de él.
Byron Mina confesó que no le gustaba el fútbol, sino otras destrezas que desarrolla en sus ratos libres. “Me propuse aprender a jugar fútbol porque en la escuela me dejaban cuidando las mochilas. Y de coraje me metí al fútbol. Me gustaba todo lo que tenía que ver con manualidades”, confesó el jugador, cuya inspiración nació al escuchar los ritmos musicales salsa choque y bachata.