Desde ese momento empezó la búsqueda. 

Un morador del sector ingresó a un pozo de aproximadamente 12 metros de profundidad que está frente al domicilio donde se encuentra la familia Riofrío-Guerrero, pues pensaban que el niño había caído allí.

Sin embargo todo intento por localizarlo resultaba inútil. 

Este jueves cerca de las 11h00 un vecino del sitio apareció con Ariel en brazos y la alegría invadió a sus padres.

Ariel, según información de Rosa Toala, quien lo encontró, dijo que después de almorzar salió al patio de su casa para dar de comer a sus perros y fue ahí que observó al pequeño y dio aviso a su hija y a la colectividad.