En este marco participaron: el Dr. Franklin Barriga López, con el discurso de orden; el doctor César Augusto Alarcón disertó sobre el fundador de la Academia. Ambos coincidieron en señalar que esta institución es un espacio democrático, donde bajo el respeto a la pluralidad de criterios, se investiga, analiza, discute desde un humanismo integral, superando dogmas y filtros la memoria de los pueblos; como una forma de consolidar su presente y futuro.

El doctor Jorge Núñez Sánchez, presidente de la Academia, en su informe describió las acciones desplegadas durante veinte meses de su gestión, contando con el apoyo de los miembros del directorio y de la Junta General de la Academia,  basados en objetivos planteados por su administración, donde se destaca como un hito la finalidad de abrir este espacio al país y dejar de ser una organización cerrada, en la cual solo había cabida para unos pocos. 

En términos generales se refirió a la creación de subsidiarias en las diferentes provincias, con la incorporación de miembros correspondiente, con la finalidad de enriquecer la visión académica abriéndole al conocimiento de historias regionales y locales; a la incorporación de nuevos miembros de número, honorarios y honoríficos extranjeros y al reclutamiento de historiadores profesionales para enriquecer la producción historiográfica.

Los convenios ya establecidos con organismos públicos y privados y los que están en marcha han permitido la realización de importantes eventos nacionales e internacionales, así como estudios, consultorías, cuyas publicaciones enriquecerán la historia patria. 

Los simposios, seminarios, encuentros, congresos, conferencias, realizados en varias ciudades del país, sirvieron para consolidar por primera vez la idea de que la Academia de Historia es Nacional. 

Todo esto ha permitido la publicación de cuatro boletines y diez libros, hallándose en imprenta cinco más.

De esta forma se demuestra una acción sin precedentes en la vida de esta institución; y todo esto, dentro de un panorama bastante difícil, acicateados por un lado por la maledicencia de unos cuantos y por otro de situaciones financieras, que han sabido ser  superadas. 

Los escollos han quedado atrás, páginas esperanzadoras para regiones y pueblos antes olvidados se están grabando en la historia patria.