El príncipe, que contrajo matrimonio el pasado año con la periodista italiana Elisabetta María Rosboch, perdió su derecho hereditario, en virtud del artículo 85 de la Constitución belga.

De acuerdo con este artículo, cualquiera que forme parte de la línea de sucesión que se case sin el consentimiento del rey será privado de sus derechos sucesorios.

Según informa el diario Het Laatse Nieuws, el príncipe Amadeo, hijo mayor de la princesa Astrid, puede haber renunciado voluntariamente a sus derechos, pero como no solicitó, su esposa no recibirá el título de princesa de Bélgica, aunque sí podrá disfrutar de los títulos de archiduquesa.