“Al ver que sus padres se drogaban, empezó a hacer lo mismo. Hacía mandados y como parte de pago le daban un sobre de recompensa, lo que él consumía”, narra Vásquez.

Adicción. La adicción del menor fue ganando espacio y empezó a formar un grupo de niños que iniciaron incluso a robar. “Hicimos el seguimiento y en la casa de la familia encontramos que tenían sembradas plantas de marihuana”, cuenta. Agrega que actualmente el menor tiene 14 años y se encuentra en un centro de rehabilitación en Guayaquil, siendo éste uno de los tantos casos de menores que ella recuerda y que ha ayudado.

Operativos. Vásquez señala que vienen realizando operativos junto con miembros de la Dinapen y en uno de ellos descubrieron que los menores han aplicado una nueva forma de consumir droga, incluso en las aulas de clases. “Ellos cogen un inhalador de Vaporex, en la parte de la tapa le sacan el mentol y le ponen la droga H”, dijo y mostró su preocupación, ya que considera a esta droga como una de las más peligrosas.

Vásquez agrega que no pueden entrar a realizar los operativos a los centros educativos, por lo que detalla que con la coordinación del alcalde se invitó para que personal del Consep llegue a brindar charlas a las autoridades de los planteles.  

Prevención. John Guaranda, rector de la unidad educativa 15 de Octubre, señala que a pesar de que en su institución no se ha detectado este problema, han iniciado un “plan de protección integral de los estudiantes” para prevenir este mal. 

“En la parte interna hemos ubicado grupos de profesores en horas de receso en diferentes sectores”, dice, y explica que también se han creado brigadas de padres de familia, quienes controlan los exteriores en horas de entrada y salida para evitar que personas de afuera lleguen a incitar a los estudiantes.

“Dentro del plan operativo anual están también contempladas charlas para los alumnos para precautelar la integridad física y psicológica de ellos”, dijo Guaranda.

El rector añadió que con el apoyo tanto de padres de familia y autoridades se puede prevenir el problema.

Marianela Segovia tiene a sus dos hijos en este centro educativo. 

Cuenta que desde hace dos semanas participa en las brigadas para que los estudiantes estén a buen recaudo y vigila que no hagan algo sospechoso o que personas desconocidas les entreguen algo.